La mejor pista improvisada para un sueño Mundial

(Por Darío Gutiérrez).- Tarde de viernes, bastante agradable, un clima ideal para entrenar. A unos 10 kilómetros del centro de Rafaela, en un camino rural, Pedro Emmert tiene su improvisada pista de dos andariveles. Marcada junto a su padre, «Beto» Emmert, la tierra compactada por un invierno seco como el que tenemos en esta parte de Argentina es donde se ven las pasadas del número 1 del ranking argentino U18. Porque como lo contamos en nuestra última Revista, Kenia no está lejos.

El año que viene en Nairobi se realizará el Mundial U20 y ese es el gran sueño de Pedro, para lo cual debe bajar 1s36/100 su tiempo en 400 metros. Por eso lo toma con naturalidad y un lindo desafío superar estas dificultades por la pandemia.

«Siento que hay que acomodarse a las circunstancias que estamos viviendo, yo no puedo dejar de entrenar de ninguna manera asi que intenté rebuscármela como sea. Vinimos a un camino donde tenemos marcados 500 metros y nos alcanza para realizar los entrenamientos, y poder prepararnos para lo que se viene», expresó después de una nueva práctica.

Consultado sobre las últimas noticias que ha recibido, mencionó que «estoy integrando una lista para el Mundial del año que viene en Nairobi que me va a permitir muchas mas chances de meter marcas mínimas para ir, tener campus para contar con mas posibiidades de lograr la marca».

Sobre el plan de entrenamiento que le pidió su entrenador Ariel Tejera, del Club Quirón de Buenos Aires, expresó que «lo pudimos adaptar, veníamos con un principio de base en el que nos metimos en lo especifico, luego de eso vino la cuarentena y hubo que volver al plan base que es bastante pesado, pero es lo que tenemos que pasar. Ahora estoy nuevamente en lo especifico, en octubre probablemente vuelva a Buenos Aires para una nueva etapa de los últimos tres meses del año, enfocada en pruebas test y nacionales que probablemente se abrirán».

En este aspecto, sobre cómo pueden ser esos torneos, contó que «se dice que no habría pruebas de fondo, mas que todo para evitar el roce, y serían para velocidad y campo. En las pruebas de velocidad vamos a largar capaz tres por cada serie, estando separados para evitar contagios».

A modo de balance de cómo se dieron las cosas para él, con un 2019 de gran rendimiento en el último semestre, y un comienzo de 2020 que prometía alentador, respondió que «son cosas que pasan, no podemos cambiarlo lamentablemente, hay que saber adaptarse. Yo pude hacerlo bien, entrenando sin parar y mas adelante va a dar sus frutos. Así que contento porque la verdad acá en Rafaela se pueden hacer cosas y en Buenos Aires tengo amigos que seguían encerrados, y es muy feo. Lo vivo de cerca y de lejos, así que la mejor suerte para ellos, que se termine rápido y yo me quedaré acá hasta nuevo aviso».