«El deporte es salud», una frase que parece lejana

«Una encuesta realizada por la consultora GfK y que tomó 22 mil casos de los 17 países considerados como más importantes en las regiones más representativas del planeta, reveló que la Argentina está en el top 5 mundial de los países con mayor cantidad de actividad física. Y la tendencia es creciente: los argentinos se ubican en el cuarto puesto de crecimiento de dichas actividades respecto a 2014, año en que apenas ingresaban en el top ten (en el puesto 9). El top five lo integran Holanda -a la cabeza con un 70% de ciudadanos que realizan actividad física-; Brasil y México (69%); China (68%) y Argentina (67%)», publicaba el sitio Infobae el 31 de octubre de 2017.

A dos años y medio de la divulgación de esa estadística, el panorama es completamente diferente. La Pandemia del coronavirus paralizó el 19 de marzo en Argentina prácticamente todo, la cuarentena se hizo cincuentena y en este contexto la virtualidad fue el único modo de poder conectarse, incluyendo en ello las posibilidades de seguir teniendo un mínimo de opciones para continuar haciendo actividad física. Un poco más cercano a lo normal para quienes la buscan desde el objetivo de prácticas saludables, pero muy lejos para los que están en el alto rendimiento.

Donde suelen convivir los que están de un lado y del otro en cuanto a las intenciones de entrenar el cuerpo, es en los gimnasios. En Rafaela tomamos conocimiento a través de la flamante Asociación que los nuclea (son unos 50) que «por nosotros pasan 12.000 personas que realizan actividad física, siendo una de las patas de la actividad física en Rafaela junto con la deportiva», y es claramente entendible su grado de preocupación por dos meses de parate, ya que fueron los primeros en cerrar y la incertidumbre todavía es tal pese a la reunión positiva del lunes con el intendente Luis Castellano y otros funcionarios.

Claro, que la industria sin chimeneas del deporte que ya no trabaja es mucho más grande. Hay 25 clubes cerrados, lógicamente en algunos casos con varias disciplinas, otros menos y también en unos con solamente una única actividad. Solamente han tenido autorización para abrir en pos de hacer beneficios para poder pagarles a sus profesores o entrenadores. Algunos pueden tener la tranquilidad de un cargo docente titular para un ingreso asegurado, pero para muchos no es así.

Días pasados publicábamos una nota en este sitio sobre los grupos de running, que son alrededor de 10; sumemos algo parecido con los de ciclismo recreativo (quizás algunos menos); y otro elemento que debemos tener en cuenta es el movimiento con lo que implica la organización de torneos o competencias, por ejemplo con los árbitros que también están sin trabajo.

En nuestra ciudad y provincia, y en buena hora que así sea, estamos por el buen camino a juzgar por las últimas semanas sin contagios. Esperemos que, como se manifiesta en otras provincias como Corrientes, Jujuy o Catamarca, se pueda ir logrando una apertura gradual, protocolos de por medio y manteniendo todas las precauciones y normas aconsejadas por las autoridades.

Si siempre se afirmó que “el deporte es salud”, no debiera contradecirse con “la prioridad es la salud”. Creemos que las dos son válidas y pueden convivir, recaudos de por medio. Desde ya que de entrada no será posible retomar con la normalidad, ni nadie lo pretende. Simplemente ir paso a paso, como decía Mostaza.