Los que pueden repetir la vuelta, como hace nueve años

El 5 de octubre de 2008 CRAR hacía realidad el deseo de ascender a primera división del Torneo Regional del Litoral. Esa tarde vencía a Logaritmo, en Rosario, por 29 a 12 y consumaba un logro histórico para el Club. Era la revancha del encuentro que también había ganado en la final de ida del repechaje, por 39 a 13, en nuestra ciudad.

El sábado 30 de septiembre, a casi nueve años de aquella conquista, el Círculo Rafaelino va por el regreso al lugar en la elite que ocupó durante ocho temporadas consecutivas, entre 2009 y 2016, cuando reciba a Los Caranchos.

Tres jugadores que estuvieron en el partido de vuelta ante Loga, tienen la posibilidad de ser nuevamente protagonistas, dentro de la cancha, del partido que decrete un ascenso para el Club: Matías Rocchi, Ignacio Pfaffen y José María Williner.

Esa tarde el Verde formó con Claudio Capella, Matías Zandomeni y Leandro Spalletti; Gonzalo García y Matías Rocchi; Leonardo Crosetti, Hernán Fiorito e Ignacio Podio; Alejandro Chiavón e Ignacio Pfaffen; Andrés Villar, Martín Eguiazu, José Williner, Jorge Bailetti; Tomás Villar. Ingresaron: Pablo Colucci, Sebastián Corzo, Rota, Andrés Fertonani y Ernesto Algaba, en la escuadra que dirigían Javier Rouco Oliva, Gustavo Beninca y Alberto Rocchi.

No obstante, otros jugadores que hoy son referentes del equipo que marcha segundo en la Reclasificación también tuvieron participación en varios encuentros ese año, como Martín Zegaib y Maximiliano Bertholt.

Leo Crosetti lo vivió como jugador y hoy tiene la chance de repetir la vuelta al costado de la cancha, lo mismo que Gonzalo García. Cristian Martino había sufrido una lesión al comienzo de 2008 y pudo jugar muy poco, pero hoy lo encuentra como una de las cabezas de entrenadores. Javier Rouco Oliva, como hace nueve años, estará igualmente en una situación de pura adrenalina junto a sus compañeros de cuerpo técnico.

El resto, de los cuales una gran parte sigue vinculado al club en distintas áreas, seguramente estará alentando desde afuera, en una tarde que se espera sea una fiesta.