Las chicas ascendieron en la cancha, la dirigencia no pudo dar el salto

Atlético de Rafaela informó hace minutos a través del área de prensa que la institución tomó la decisión de no participar del torneo de Primera B Femenino de AFA, categoría a la que había ascendido a fines del año pasado al ganar el Reducido en la final en Mar del Plata, por penales, ante Aldosivi.

«El Consejo Directivo informa a socios, simpatizantes y público en general que no están dadas las condiciones para asumir tamaño compromiso ante la difícil situación económica actual.
Sin dudas que el 2023 quedará en la historia de nuestro club por los logros obtenidos, y es por eso que hasta último momento se buscaron distintas opciones para poder cubrir el presupuesto. Sin embargo, los altos costos y la falta de interés en sponsorear la participación, llevó a que cualquier esfuerzo sea inútil.
Desde el Consejo Directivo lamentamos profundamente esta actualidad, pero dejamos bien en claro que el bienestar económico y financiero de la institución está por encima de todo», expresó el escueto comunicado.

Seguramente, dentro del plantel que vino dirigiendo Juan Wabeke las sensaciones actuales son de mucha tristeza por este desenlace y no tardarán en aparecer comparaciones sobre las enormes diferencias presupuestarias, ya que indudablemente lo destinado al fútbol profesional masculino se lleva los mayores esfuerzos dirigenciales. Pero esta es una realidad en todo nuestro país hablando de deportes profesionales, donde el fútbol tiene la gran torta del mercado y para muchos otros deportes cada día se hace más complicado autofinanciarse.

La fecha del comienzo del principal torneo de ascenso que tiene el fútbol argentino femenino está estipulado para el 13 de abril y originalmente tenía previsto jugarse en dos zonas de once equipos.