Sobre las becas a los deportistas santafesinos

Hace unos días el gobierno de nuestra provincia informó que «El Ministerio de Desarrollo Social, por intermedio de la Secretaria de Deportes, brindó apoyo económico a 364 deportistas y entrenadores de toda la provincia, por lo realizado en el 2021, a través de la transferencia de más de 29 millones de pesos en concepto de becas».

Dentro de ese número, 34 becas fueron en reconocimiento a deportistas y entrenadores que participaron de los Juegos Olímpicos y paralímpicos de Tokio 2021, entre ellos: Julia Sebastián, Brian Impellizzeri, Mirco Cuello, Yanina Martínez, Nicolás Brussino, Ismael Gallizzi Tayavek, Rubén Rézola, Maximiliano Espinillo, Fabián Ramírez, Santiago Grassi, Fernando Carlomagno, Facundo Bagnis, Federico Coria, Nadia Podoroska, Alexis Eberhardt, Cecilia Carranza, Francisco Guaragna, Nicolás Capogrosso, Luciano De Cecco, Antonela Fortuna, María Victoria Mayer, Elina Rodríguez, Sebastián Solé, Germán Chiaraviglio, Martín Arroyo, Dario Cuello, Germán Calvelo, Gustavo D’Andrea, Alberto Eberhardt, Luis Canuto, Tomás Guaragna y Luis Barrionuevo.

Además, se entregaron 151 becas a deportistas de alto rendimiento, 145 becas de desarrollo y 34 becas a entrenadores de toda la provincia.

Representar al país y a la provincia en un Juego Olímpico es sin dudas un gran mérito, para la mayoría de los deportistas el objetivo máximo en sus carreras, y reconocerlo a través de un premio económico es destacable. Ahora bien, dentro de listado que se dio a conocer no se aclara si todos recibieron el mismo monto de la beca, si se tuvo en cuenta los resultados de la participación (por ejemplo Luciano De Cecco y Sebastián Solé obtuvieron la medalla de bronce con el seleccionado de voley) u otros detalles.

Por otra parte, esa beca de reconocimiento debe ser sin dudas mucho más necesaria para un deportista de disciplinas menos reconocidas que tuvo que sufrir para alcanzar una preparación acorde, o para un atleta paralímpico; que para otros jugadores que militan en Ligas Profesionales europeas, o un tenista ya asentado en el circuito que regularmente recibe buenos premios en los torneos ATP o WTA. Es más, en el caso de los tenistas por seguir el ejemplo, cae de maduro que fueron a Tokio por el orgullo de representar a nuestro país, sin importarle una retribución posterior porque de lo contrario hubieran priorizado su calendario de torneos.

Respecto de las becas a deportistas de alto rendimiento y de desarrollo de nuestra provincia, sabemos que son anuales y, en casi todos los casos, insuficientes para cubrir «la canasta básica de requerimientos del alto rendimiento», haciendo un juego de palabras con las terminologías de la económica argentina.

Esto tomando como referencia que el gobierno mencionó en esa misma información que «el programa busca apoyar a deportistas federados de la provincia que se destacan por su mérito deportivo, a efectos de colaborar con su preparación para competencias nacionales e internacionales», y que «el objetivo de esta iniciativa es prolongar las carreras y trayectorias, facilitando la participación en eventos que den prestigio al deporte santafesino».

De todos modos aclara que «las postulaciones, ya sean en deportes individuales o de conjunto, son presentadas por las Federaciones y Asociaciones provinciales ante la Secretaría de Deportes por su mérito deportivo».

En definitiva, no nos dejemos llevar tanto por los números que se dicen cuando se ayuda al deporte. Parecen cifras importantes, pero está claro que no alcanzan.