«Ahora tengo un ángel que me sonríe desde el cielo»

Valentina Peretto sufrió la pérdida de su padre en esta pandemia y lo recordó valorando el apoyo fundamental que es, para los deportistas, sentirse acompañados por la familia.

 

El acompañamiento de los afectos más cercanos para un niño en sus actividades deportivas, fundamentalmente en las competencias, es muy importante. Esa inocencia natural en las edades tempranas se alimenta de miradas de aprobación y satisfacción, de abrazos y besos después de un partido, de una rutina, de una carrera, en definitiva de lo que se trate la disciplina.

Los padres son los primeros hinchas, los que contienen si algo no salió como se esperaba y los que comparten la alegría del objetivo alcanzado. Pero suele suceder, probablemente con más frecuencia en los últimos años, que a medida que el chico va creciendo, esa relación de acompañamiento no es la misma que de niño.

Valentina Peretto nos contó, dentro de un momento personal difícil por el fallecimiento de su padre Jorge en este año tan duro, su experiencia de fidelidad incondicional en este aspecto. La destacada gimnasta de CREAR Club se muestra muy agradecida del respaldo de su familia, lo cual ayuda a comprender también su pasión por la gimnasia artística.

«Desde el momento que elegí la gimnasia a los 7 años y hasta ahora con 22 años, mis padres jamás se perdieron una competencia y si lo hicieron fue por una cuestión económica, pero generalmente hacían lo imposible para estar presentes.

«Siempre estuvieron sentados en la tribuna alentándome. Cuando algo me salía mal, siempre esas dos personas con un solo gesto y una sonrisa me daban las fuerzas para seguir adelante con la competencia», valoró Vale.

Para quienes piensan que la edad puede ser un condicionante, agregó: «Muchas personas decían: ¿No te averguenza que con 20 años te vengan a ver tus papás?. Nunca me importó el que dirán ya que estoy muy orgullosa de ellos. Solo pienso en lo afortunada que soy de tener a unos padres maravillosos que me apoyaron en todas.

«Me guiaron por el camino de los sueños, nunca me dejaron bajar los brazos y me enseñaron a luchar siempre por lo que me hace feliz».

Sobre el reciente fallecimiento de su padre, sufriendo aún las consecuencias de un golpe muy duro, nos contó que «Lamentablemente hace un mes sufrí la pérdida de mi padre a causa de la situación que actualmente aqueja al mundo, es duro pensar que no va a poder estar en mis próximas competencias, pero se que ahora tengo una ángel que me sonríe desde el cielo».

«Esta situación no va a sacarme las ganas de entrenar sino que me alienta a seguir adelante porque se que él hubiese querido eso».

Finalmente, a modo de mensaje, recalcó que «desde mi experiencia creo que es fundamental el apoyo de los padres, nosotros los deportistas deberíamos agradecer y valorar el esfuerzo que ellos realizan día a día para que seamos felices y alcancemos nuestros sueños».

NOTA: publicación textual de la edición impresa del número 97 de Revista Todo a Pulmón, julio 2021.