Distintas visiones de una actuación por las diferencias políticas y los atletas en el medio

La polémica con el Sudamericano de Ecuador sigue, aún después de terminado el Campeonato. Y sin dudas excede al ámbito del atletismo, ya que sumó muchos protagonistas desde la semana anterior al viaje -sobre todo cuando entró en escena Santi Maratea haciéndolo posible-, y varios dirigentes, ex atletas y funcionarios, ya sea por la CADA, el ENARD o la Secretaría de Deportes de la Nación.
Basta con ver las últimas publicaciones para darse cuenta, o confirmar, que el tema siguió dando tela para cortar. Lamentablemente, basándose en los resultados en la pista sin tener en cuenta los contextos, para cuestionar a la otra parte.
Por el lado de la CADA, en este caso la «triunfadora» si se toma en cuenta que pudo enviar a a la delegación que pretendía, hubo una felicitación general que aquí transcribimos:
«La Confederación Argentina quiere felicitar muy especialmente a la delegación de cuarenta y siete (47) atletas y a entrenadores y cuerpo médico que concurrió a Guayquil, por su desempeño deportivo donde obtuvo el 4to. Puesto entre los trece países del área, tanto en mujeres, como varones y la general, porque mejoró la posición de varios de sus atletas rumbo a Tokio, por el mejoramiento de marcas de varios de ellos, y fundamentalmente por haber tenido la valentía de sobreponerse al más de un año de dificultades por la pandemia y al clima de tensiones ajenas ante y durante su estancia en la capital del Ecuador y que rodearon a esta participación. Varios deportistas se recuperaron del COVID y otros tres no pudieron concurrir. Se recuerda que inicialmente el plantel cuando el sudamericano era en Argentina, estaba constituido por setenta y cinco atletas. Por lo que muchos perdieron la posibilidad de representar a la Argentina, para ellos un saludo de esperanza que seguiremos trabajando, para que en el futuro los equipos nacionales concurran con equipos completos como todos los deportes, como mínimo al primer escalón del deporte internacional, que en atletismo son los sudamericanos».
Agregó que «en las mujeres seis (6) atletas fueron debutantes en el sudamericano de adultos -entre ellos la rafaelina Abril Okon- y en los varones dieciocho (18), lo que está planteando un escenario de renovación y de futuro, en el cual muchas personas hacen su aporte a lo largo de nuestro país…»
También expresó que «luchamos para que aquello de “lo importante es competir” sea una práctica regular y no una expresión perdida en el olvido».
LA INFORMACION DEL ENARD

En tanto, el ENARD como es habitual en cada participación internacional argentina en cualquier deporte, detalló las performances de los atletas argentinos, pero agregó un dato muy minucioso que evidenció claramente el roce:
«Con esta cosecha, se descendió un escalón con respecto a la edición de 2019 en Lima, Perú, donde nuestro país quedó 5° con 2 OROS, 3 PLATAS y 11 BRONCES», agregando que junto a que en la tabla por puntos, «Argentina se ubicó en el 4° puesto de la general y en ambas ramas», tomando en cuenta el medallero Argentina finalizó en el 6° lugar».
Casi como un vocero del ENARD desde que se originó el conflicto, el sitio Infobae hizo una nota como mínimo exagerada en el resumen post-campeonato. Uno de los párrafos expuso que «Y lo que se vivía en el mundo del deporte amateur en la noche del lunes era tristeza y dolor. Había algo de desazón entre deportistas, referentes y dirigentes que conocían los resultados finales de los enviados al campeonato sudamericano de atletismo, en Guayaquil, Ecuador. Lo interpretaban como la consecuencia inevitable de haber impuesto la lógica política y la conveniencia personal antes que los criterios y objetivos deportivos», como complemento del medallero que mostraba a Argentina en el sexto puesto.
Otro de los fundamentos para avalar la postura, en esa nota del citado medio fue «que se obtuvieron 11 medallas, ninguna de las cuales fueron obtenidas por nombres distintos de los que había propuesto el ENARD».

ES NECESARIO EL EQUILIBRIO

A la luz de los hechos y publicaciones, deseamos que pensando a futuro se encuentre el equilibrio entre las partes. Este conflicto se originó porque se cambió la sede, por disposiciones gubernamentales debido a la pandemia. Si se mantenía la sede de Buenos Aires, no pasaba nada. O si en ese momento se hubiera actuado claro si había que reducir el equipo, no a cinco días de viajar.
Que el ENARD es muy valioso para el deporte argentino lo tienen en claro los mismos atletas, porque brinda muchos recursos a todas las disciplinas. Además porque tiene una Comisión que los representa con glorias del deporte nacional, como Walter Pérez y Juan Curuchet. Y desde que se creó prioriza alcanzar resultados, por lo cual ex exigente y se manejó de acuerdo a su postura.
No obstante, la CADA también tiene razón en hacer hincapié «en el desarrollo». No le pedía a los debutantes que traigan medallas, porque el atletismo es dentro de todo un deporte bastante lógico. Y generalmente, más en un nivel Sudamericano, los antecedentes en cuanto a los tiempos luego se trasladan a las posiciones finales en la pista. Sin embargo, gracias a esta participación hubo jóvenes que mejoraron sus marcas -el caso del velocista Pinti es uno de ellos- y pueden asomar para un recambio.
Ojalá que la disputa dirigencial haya quedado acá, que no haya pases de facturas en el futuro y que los atletas no terminen siendo rehenes de estas diferencias.