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“Debutar en la Primera era el sueño de chico”

Manuel Mandrille fue uno de los juveniles del CRAR que desde su aparición fue evolucionando paulatinamente durante la temporada anterior.

Tuvo un gran espejo donde ir viendo y asimilando lo que puede transmitir al transpirar la camiseta del CRAR. Manuel Mandrille rápidamente se insertó en el plantel superior, en primera división, luego del cierre de su etapa en juveniles. Y desde su primer partido ante CRAI en el inicio del torneo 2019, fue creciendo paulatinamente en su juego. Y esa evolución tuvo traslado a la cancha con sus compañeros, del “Monito” al “Mono” en referencia al apodo de su padre César, que también dejó su huella dentro de la cancha y luego pasó a ser parte de los staffs técnicos.

No pudo ser el ascenso con el Club en su primer año, pero sí hubo un premio inesperado, al ser parte del Seven de la República con el seleccionado. Compartimos su análisis de un año positivo, mientras esperamos que para 2021 se pueda retornar a los partidos:

– ¿A qué edad llegaste al CRAR en infantiles? ¿Pudiste ver a tu papá jugando en la primera?

– Al club llegué desde muy chico, arranqué en Pre-rugby con 5 años. Me acuerdo que quería cumplir años para que mi mamá me deje empezar. Por suerte llegué a ver a mi papá mucho tiempo, él se retiró en 2010 y yo arranqué en 2005. Aunque ya antes de arrancar a jugar siempre que podía iba a los partidos o los entrenamientos de él, me gustaba mucho estar en el Club.

– ¿A tu papá lo tuviste también como entrenador en juveniles? ¿Hablan bastante de rugby antes y después de los partidos, jaja?

-Lo tuve mucho tiempo de entrenador, no solo en juveniles sino también en infantiles y plantel superior, me entrenó en M-11, M-14, M-15, M-19 y estuvo como colaborador en plantel superior el año pasado.

Hablamos bastante de Rugby, sobre todo en la cena de los sábados, siempre hablamos del partido de ese día y a veces me marca errores para que pueda corregirlo en los próximos encuentros o analizamos distintas situaciones.

– ¿Cómo te sentiste en tu año inicial en la primera? Cuándo arrancó el torneo y fuiste titular, pensaste que te ibas a consolidar como pudiste hacerlo?

– Fue un año de mucho aprendizaje y adaptación para mi, sinceramente no sabía con que me iba a encontrar. Estando en juveniles jugué un par de partidos en pre-reserva y reserva pero sabía que en Primera no era lo mismo. Debutar en la primera del club era un sueño que tenía desde chico, y poder concretarlo jugando de titular hizo que sea mucho más especial.

Los primeros partidos del torneo me costaron más por lo físico, pero a medida que van pasando las fechas uno se va sintiendo mejor y además tomaba los consejos que me daban mis compañeros, así me pude adaptar bastante rápido al nivel de juego, me sentía cada vez más cómodo en la cancha.

– ¿Notaste muchas diferencias en ese primer año en lo que es plantel superior y tu último año de juveniles, o no tanto?

– Era muy distinto el ritmo de juego y a nivel físico cambia mucho. Si bien en M-19 te toca jugar contra equipos que tienen muy buenos jugadores o muy buen ritmo pero la diferencia en primera está en que estas dos características casi siempre van de la mano y hace que se potencie más, eso te demanda estar al cien por cien durante todo el partido.

– Este año no se pudo jugar, pero ¿qué objetivos te habías propuesto?

– Nosotros llegamos a jugar un solo partido en la pretemporada y nada más. Me hubiese gustado seguir creciendo en mi nivel de juego, sé qué tengo que mejorar muchas cosas todavía, y aportar todo lo posible al equipo para poder terminar de consolidar un buen grupo y lograr ascender en el Torneo Regional del Litoral.

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– El año pasado tuviste la chance de jugar el Seven de la República, ¿te sorprendió la convocatoria al seleccionado?

– No me lo esperaba; sinceramente tenía la cabeza puesta en el seven del club y la facultad.

Siempre son positivas estas convocatorias, aprendí mucho sobre esta modalidad de juego, pude medirme con jugadores que estuvieron en seleccionados nacionales y te ayuda a crecer cómo jugador. Son oportunidades que hay que saber aprovecharlas.

– Para vos, ¿2021 puede ser el año del ascenso? ¿Para tener mayores posibilidades de conseguirlo, qué creés que necesitarían?.

– Me encantaría que asi sea y ser parte de eso, pero personalmente creo que debemos apuntar a ampliar el equipo y que haya una muy buena relación en todo el plantel. Teniendo eso cómo base y ajustando cosas técnicas se puede lograr el ascenso, no tengo dudas.

NOTA: este texto fue publicado originalmente en la edición impresa de Revista Todo a Pulmón, número 89, correspondiente a octubre de 2020.