Argentina ganó la medalla de bronce frente a Brasil
En la jornada final de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, Argentina derrotó a Brasil por 3 a 2 (25-23, 20-25, 20-25, 25-17 y 15-13), tuvo su revancha y se quedó con una histórica medalla de bronce en voleibol masculino. De esta manera igualó lo hecho en Seúl 88. En un partidazo frente a Brasil, el número uno del ranking, último campeón olímpico y reciente ganador de la Liga de Naciones 2021, la Selección hizo historia nuevamente.
Con 21 puntos de Facundo Conte (su padre Hugo estuvo en el plantel que había sido bronce hace 33 años), máximo anotador, y una actuación colectiva impresionante, el equipo dirigido por Marcelo Méndez coronó un torneo a lo grande y se subió al podio tras vencer al clásico sudamericano, al dominador del continente, y al seleccionado que lo había eliminado en los cuartos de final de los Juegos de Río 2016 para luego coronarse campeón olímpico.
Argentina formó con Luciano De Cecco (3), Bruno Lima (13), Sebastián Solé (12), Agustín Loser (14), Facundo Conte (21), Ezequiel Palacios (13). Líbero: Santiago Danani. DT: Marcelo Méndez. Entraron: Matías Sánchez, Federico Pereyra (1), Cristian Poglajen y Martín Ramos.
Brasil: Bruno Rezende (1), Wallace De Souza (17), Mauricio De Souza (6), Lucas SaatKamp (14), Yoandy Leal (5), Ricardo Lucarelli (13). Líbero: Thales Hoss. DT: Renan Dal Zotto. Ingresaron: Douglas Souza (12), Fernando Kreling (1), Alan Souza (2), Isaac Santos.
EL DEL PUNTO DEL FESTEJO
«No sé qué está pasando», declaró el joven mendocino Agustín Loser, embriagado de felicidad por la histórica medalla de bronce del vóleibol argentino en los Juegos Olímpicos Tokio 2020, que se decidió por un bloqueo suyo como último punto del tie break frente a Brasil.
Loser, de 23 años, líder de la estadística del partido en ese rubro (7 tantos), definió como «algo mágico» el logro obtenido ante el seleccionado número 1 del mundo y último campeón olímpico.
El jugador de Tourcoing de Francia, con pasado en Ciudad y Bolívar en la Liga Argentina, manifestó una «felicidad inexplicable» por subirse al podio en sus primeros Juegos Olímpicos.
«Tengo una felicidad inexplicable, no sé qué está pasando. Todos hicimos un gran partido porque es imposible ganarle a este equipo si no están todos muy bien. Supimos dar vuelta un partido muy difícil. Hace tres meses que nos fuimos de Argentina, la luchamos mucho. Vale la pena después de tanto sacrificio», culminó muy feliz.