«Todas juntas reuniremos fuerzas de alguna u otra forma para volver más fuertes que nunca»

Melisa Gretter, capitana de la Argentina que está afrontando la AmeriCup femenina en Puerto Rico sin su presencia dentro de la cancha después de que diera positivo por coronavirus, no puede ocultar sus sentimientos: “Tenemos mucha impotencia y tristeza porque hicimos todo bien y lamentablemente nos pasa todo esto en el momento menos indicado”.
La delegación nacional viajó a tierras boricuas después de más de cuarenta días de incansable trabajo bajo las órdenes de un cuerpo técnico y staff de primer nivel mundial con la ilusión a cuestas de hacer historia tras una preparación sin fisuras. Pero apenas unas horas después de pisar por primera vez el suelo caribeño llegaron las malas noticias: los positivos de Gretter y Agostina Burani, junto al contacto estrecho de Andrea Boquete -posteriormente también positivo-, castigaron a una Selección que recién se estaba acomodando en el Hotel Verdanza.
Los casos tuvieron un impacto inmediato en el combinado nacional. Con la preocupación primordial por el estado de salud de las jugadoras, Argentina debió afrontar su debut en el torneo con una rotación de apenas nueve integrantes. Aún pese a los contratiempos y la incertidumbre hasta último momento por la participación de Macarena Rosset, el conjunto de Gregorio Martínez venció a República Dominicana en el debut y cayó con dignidad frente a Puerto Rico en su segunda presentación. Pero horas antes del trascendental y decisivo duelo frente a Venezuela, otra vez el coronavirus irrumpió en el seno del plantel y le asestó un nuevo cachetazo a un equipo ya desguarnecido: Victoria Llorente dio positivo y Julieta Alé fue aislada por contacto estrecho.
Con un plantel limitado a apenas siete deportistas, la FIBA decidió aplazar y reprogramar el partido frente a la Vinotinto. Después de la postergación, y teniendo en cuenta que Argentina tenía el lunes liberado como jornada de descanso, fue un momento oportuno para que Prensa CAB dialogara con Gretter, quien se encuentra aislada en su cuarto individual en el hotel: cabe destacar que todas las jugadoras que dieron positivo se encuentran en buen estado más allá de algunos síntomas leves, los cuales están siendo atentamente controlados por la labor de Mariano D’Elía, médico de la delegación.
«Desde el momento que arrancamos la preparación para este torneo fuimos conscientes de que la posibilidad de contagiarnos estaba y que no éramos ajenas a este virus», reflexiona la base de 28 años que recalca los cuidados que se siguieron como parte del protocolo. Para la rafaelina, emblema del equipo, la situación que atraviesa su equipo es una situación desafortunada sin responsabilidades internas porque siempre se cumplieron las medidas necesarias para extremar los cuidados. «Desde el primer día nos cuidamos mucho, tomamos todas las precauciones posibles y nos ajustamos a los protocolos para reducir esa posibilidad de contagio al mínimo. Tuvimos seis hisopados en todo este tiempo, en más de un mes de preparación que hicimos para llegar acá. Se trabajó muy bien, hubo muchísimo esfuerzo en todas y cada una de las partes… Pero lamentablemente pasó, y sin dudas en el momento menos deseado por cualquier jugador o parte del equipo porque estábamos ilusionadas y veníamos teniendo muy buenas sensaciones como equipo», explicó.
Los días se hacen largos en una habitación, encerradas sin posibilidad de ver a nadie de su entorno, una angustia que lógicamente afecta a las jugadoras implicadas mientras sus hermanas de Selección luchan en el campo de juego: «Fueron días muy duros de afrontar desde que nos llegó el primer resultado positivo. Sentimos mucha impotencia al no poder hacer nada para revertir la situación, pero por suerte los síntomas no fueron graves».
Gretter brindó más detalles de la frustración que es un denominador común en las entrañas de un equipo que atraviesa la decepción natural por no haber podido cumplir con el objetivo de su viaje: «Desde lo que fue Sunchales hasta el día de viajar estuvimos siempre controladas, por cuidados propios y también por la atención que tuvimos por los médicos del equipo. Y si bien tuvimos días libres fueron días en los que nosotras nos quedamos alojadas en el hotel, ninguna fue para sus casas. Íbamos del Ramada a entrenarnos a Obras y el Cenard en un micro exclusivo para nosotras, y de ahí una vez que terminábamos el entrenamiento volvíamos al hotel. Todos los días fueron así. Por eso hoy tenemos toda esa impotencia y tristeza, porque hicimos todo bien y lamentablemente nos pasa todo esto en el momento menos indicado, que es ahora en el torneo».
Argentina aprendió a la fuerza a convivir con la incertidumbre a la espera de los resultados que recibirán en las próximas horas a la espera de que no se detecten nuevos casos de coronavirus. A la espera de cómo continuará su historia, Gretter está convencida que en este proceso se gestó y afianzó un grupo que ni la tristeza ni el enojo ni la frustración podrán quebrar después de más de cuarenta días de trabajo codo a codo para asimilar una nueva filosofía de trabajo que consolidó rápidamente al grupo humano como un solo puño, una familia.
El compromiso y el deseo de las jugadoras es inquebrantable, capaz de superar una prueba de fuego que Gretter confía en que terminará fortaleciendo a la Selección: «Estamos tristes porque nos pasa acá en el medio de un torneo, pero está más que claro que esto no nos va a desenfocar de lo que nosotras queremos con la Selección argentina. Eso jamás. Todas juntas reuniremos fuerzas de alguna u otra forma para volver más fuertes que nunca, para volver a representar a nuestro país en el próximo torneo. Ahora se nos junta todo esto y tenemos mucha tristeza, por supuesto, pero pasará y lo sacaremos adelante».
Para culminar, la rafaelina no quiso olvidarse del apoyo, el cariño y la preocupación constante que les hacen llegar desde nuestro país: «Agradecemos los constantes mensajes de alientos de parte de familia, amigos y toda la gente que nos hace el aguante desde Argentina. El cariño siempre se siente. Ojalá todo esto pase pronto y podamos volver a disfrutar de nuestros seres queridos, del básquet y todo lo que nos gusta lo antes posible».

Fuente: Prensa CAB.