LA TALENTOSA MAS LUCHADORA

Con este título, en junio de 2015, publicábamos en la edición impresa de Revista Todo a Pulmón una nota con Pamela Dominguez, jugadora de CRAR. Por ese entonces también se desempeñaba como entrenadora en el Club 9 de Julio, mientras que hoy dedica mayor tiempo al arbitraje como complemento de su actualidad en el equipo Verde.

En este día tan especial como el Internacional de la Mujer, nos pareció oportuno compartir en nuestro sitio web los párrafos más salientes de esa nota, actualizada en algunos datos puntuales, y a continuación lo transcribimos:

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Sin sacrificio no se puede alimentar el talento. Pamela Dominguez ha construido una trayectoria de reconocimiento en base a esfuerzo y perserverancia, para quedar hoy como una gran referente, junto a algunas chicas de experiencia en un CRAR en cierta transición dentro del Oficial de Damas A de la Asociación Santafesina.
«Entré en el hockey en el año 1998, con 12 o 13 años. Quería hacer un deporte, estaba entre voley y hockey y, por suerte, me decidí por el palo. En esa época había hockey sólo en Atlético y CRAR, pero por la cercanía con mi casa, empecé en el verde», recordó Pame sobre esos inicios.
A diferencia de estos tiempos, podría decirse que arrancó de grande, pero evidentemente sus condiciones naturales le permitieron recuperar terreno sin problemas. «Hice los dos años en sexta subiendo a la próxima categoría, quinta. Eso fue en 2000 y ahí jugué mi primer partido en primera. Si mal no recuerdo todavía era Luis Acevedo nuestro entrenador», acotó.
En ese recorrido, hoy a los 31 años la estratega, puede hacer un repaso sobre temporadas donde todo era más duro en el hockey del Club de la Ruta 70 y a la vez valorar mucho más lo conseguido. «Deportivamente, sin dudas fue el ascenso el momento más emotivo para mi, nos habíamos súper focalizado en ese objetivo y trabajamos muchísimo ese año para eso, entonces lograrlo fue muy reconfortante. Después, a nivel más institucional, la inauguración de la cancha sintética también fue muy emotivo, era algo impensado, fueron dos sueños cumplidos en una etapa muy corta de tiempo».
Algunos más, otros menos, pero las obligaciones las tenemos todos. Y en el deporte amateur se tiene asumido que todo cuesta el doble. Pamela Dominguez es además madre de Juan Sebastián y Catherina.
«Es bastante complicado organizar hijos, familia, trabajo, deporte, pero se puede. Siento pasión por el Hockey y siento al Club como mi segunda casa, creo que eso es la clave. Cuando uno hace las cosas por pasión el sacrificio, si es que se puede, se disfruta. En esto los valores del deporte, los mismos que se viven adentro de la cancha son los que se trasladan a la vida de cada una de nosotras. Deportivamente siempre se dice que un equipo o un jugador no tiene techo sino el que se pone él mismo, creo que en este aspecto es lo mismo, uno puede hacer todo lo que se proponga, lo imprescindible es tener ganas y pasión por lo que hace, así que trato de disfrutar de mis últimos años como jugadora lo máximo posible». Todo un mensaje para las que vienen, ese que Pame transmite a diario.

(*) Nota publicada en Revista Todo a Pulmón de junio de 2015.