Argentina tuvo un muy buen Mundial de Natación Junior con protagonistas de la región

Durante seis jornadas se disputó en la ciudad de Lima, Perú, el Campeonato Mundial de natación con más de 600 nadadores de alrededor de 100 federaciones nacionales entre las edades de 14 a 17 años para mujeres y 15-18 para hombres. Las pruebas de este 8º Campeonato Mundial Junior se desarrollaron en el Centro Acuático Videna de Lima.
Argentina estuvo presente con la delegación compuesta por las nadadoras Agostina Hein, Magdalena Portela, Malena Santillán (de San Francisco), Julia Christen (de Esperanza) y Valentina Castro, y los nadadores Matías Santiso, Ulises Saravia y Dante Nicola (de Morteros).
El cuerpo técnico estuvo compuesto por los entrenadores Walter Rodríguez y Sebastián Montero, y el preparador físico Andrés Fuentes.
Reseñando la performance del equipo, el dato más alentador es lo hecho por Santillán, que cuenta con apenas 14 años de edad.
La nadadora del Sport Automóvil Club de San Francisco fue cuarta en los 1.500 metros libres detrás de la turca Merve Tuncel, y las japonesas Ruka Takezawa y Niko Aoki. Las tres primeras tiene 17 y 16 años mientras. En los 200 metros espalda también se destacó con el quinto puesto.
Además participó de la posta 4×100 libre junto a Magdalena Portella, Valentina Castro y Agostina Hein y consiguió el cuarto lugar con un tiempo de 3:55,98 quedando atrás de Hungría, Italia y Brasil.
La sanfracisqueña en todas las prueba individuales que disputó estuvo entre las 10 mejores del mundo en juniors incluso superando a chicas hasta tres años más grandes que ella.
Por su parte Christen (16 años), del Lawn Tennis Esperancino, fue séptima en la final de 50 metros pecho y 14ª en los 100 pecho, como performances relevantes.
Nicola (18 años, que nada para Unión de Santa Fe) fue 6º en 50 pecho. En las semifinales, logró el récord argentino y se convirtió en el primer nadador juvenil en toda la historia argentina en hacer 28 segundos 98 centésimas. Además fue 10º en 100 pecho, y 12º en 200 metros pecho.
Repasando estos resultados, queremos resaltar que en ciudades mas o menos similares a Rafaela como San Francisco, o más pequeñas como Esperanza o Morteros, en cuanto a densidad poblacional, una mejor infraestructura para la práctica de este deporte sumado a la capacidad de entrenadores y talentos de los chicos, ha permitido generar deportistas de alto rendimiento.