Cande Gentinetta, valorada por su sacrificio en la doble carrera: básquet y medicina

En el preseleccionado argentino femenino de básquet que se prepara para disputar la AmeriCup una de las jugadoras de nuestra ciudad que lo integran es Candela Gentinetta. Este miércoles, el sitio de prensa de la Confederación Argentina publicó una nota con la jugadora surgida en Ben Hur y actualmente en Berazategui, destacando junto a su promisorio crecimiento deportivo el compromiso para seguir su carrera de Medicina en la UBA.

A continuación, destacamos algunos de los párrafos salientes en la introducción de la nota:

«No importa dónde, si es en su Rafaela natal o en Buenos Aires, con la Selección argentina o con su club Berazategui, la dedicación de la santafesina es un verdadero ejemplo. No sólo sobre la elección de seguir una doble carrera, entre lo deportivo y lo académico, sino también desde la convicción y determinación que reflejan sus palabras y que demuestran los hechos.

No había una tarde en Sunchales, lugar en el que concentró el combinado nacional hace unos días, en la que no se haya sentado con su computadora a estudiar, a conectarse a una clase por Zoom o a repasar apuntes con cientos de hojas. Y esta misma ecuación se repitió durante los últimos tres años, un hábito que repite tanto en sus días con Berazategui como ahora, en este momento, en el Hotel Ramada de Vicente López, donde la Selección continúa con su preparación. Las horas de siesta pueden verse un poco reducidas comparándolas a las que las demás jugadoras poseen pero Candela tiene claro el objetivo de formarse no sólo desde lo deportivo sino también como profesional en la salud».

Entre las respuestas de Cande, aquí un resumen de las más trascendentes:

«Mi mamá es médica, y ya desde chiquita jugaba a ser doctora (risas), siempre me gustó. Siempre consideré que es importante tener una formación académica además de todo lo que es el básquet, creo que es fundamental. Los tiempos los vas manejando a medida que se van dando las cosas. Yo quiero aprovechar todas las oportunidades que me da el básquet, las voy a tomar, y a su vez ir completando los estudios para que el día de mañana cuando en un futuro no esté más en el ámbito del básquet poder tener otra cosa».

«Mi mamá es médica también, y mi papá es ingeniero. Ellos siempre quisieron estudiar, y mi papá estudió, trabajó y jugó al básquet profesional. De chicas nos dijeron que querían hacer todo para poder brindarnos a nosotras el estudio. Lo que queramos, jamás nos dijeron qué estudiar, lo que nos guste y haga bien para poder abrirnos más oportunidades en el futuro».

Cande Gigantes 1

«Medicina son 6 años y yo estoy en el segundo. Estando en la UBA, primero hice el CBC como corresponde, así que sería como el tercer año general a nivel universitario pero el segundo puntualmente en la carrera. La especialidad todavía no la sé mucho, eso lo vas viendo en 4° o 5° en donde vas viendo todas las rotaciones en el hospital, en la UDH (Unidad Docente Hospitalaria). En la Unidad Médica Hospitalaria es donde podés rotar por todas las especialidades que hay, y después de la residencia elegís. Tengo un par, como por ejemplo traumatología, que me interesó mucho y puede estar vinculado con el deporte, está bueno».

«Yo sabía que quería estudiar medicina y no era compatible con irme a jugar a Estados Unidos por ejemplo, porque si había alguna beca de estudio no era compatible con la carrera que elegí, algo que capaz no me gustaba. Fue ahí donde me planteé por qué hacer algo que no me gustaba a nivel estudio por el básquet, por lo que decidí hacer un equilibrio: estudiar lo que me gusta, seguir en un buen nivel de básquet acá en el país, y cuando se me pueda presentar la oportunidad buscar sí alguna opción afuera, Europa preferentemente».

«El básquet es súper importante para mí y lo quiero disfrutar al máximo, y hoy es mi prioridad número 1. Siempre digo que soy jugadora profesional de básquet, que trabajo en el básquet, y estoy estudiando medicina. El ser jugadora profesional no solamente significa que tengas un sueldo por jugar, independientemente si después la paga es mayor o menor, sino que abarca otras cuestiones que hacen el ser profesional realmente. Tenemos una disciplina de entrenamiento en la que entrenamos 3-4 horas por día, hacemos gimnasio, con doble turno, individuales, sin olvidar toda la parte de cómo nos cuidamos también en la alimentación, nutrición, tenemos descansos que respetar, formas de manejarnos… todo lo que encierra el ser una deportista profesional. Me encantaría formar algún día el plantel de la selección mayor, es algo que deseo muchísimo, un sueño que tengo desde muy chiquita. Jugar en Europa también. Pero también me llena el alma poder verme en algún futuro con el título de médica y ejerciéndolo».