Mientras Maratea junta fondos para el viaje, se profundiza la interna dirigencial
Luego que el influencer Santi Maratea iniciara en la noche del viernes la colecta de fondos para permitir el viaje de 35 atletas argentinos, entre ellos la rafaelina Abril Okon, al Sudamericano de Mayores a realizarse en Guayaquil del 29 al 31 de mayo, la respuesta de sus seguidores ha sido muy buena.
En las primeras horas de la madrugada, en sus historias Maratea posteó que se iba a dormir con alrededor de 3.800.000 pesos, y este sábado cerca del mediodía ya había más de 7.000.000 en la cuenta que dio a conocer en la víspera. Se necesitan unos 10.000.000 de pesos, para última hora del sábado según mencionó, acotando que él mismo gestionó el avión charter. En principio ibsn a ser 15 millones, pero al tomarse el valor del dólar oficial se redujo sustancialmente la cifra.
Recordemos que toda esta movida surgió luego de la decisión del ENARD conocida el jueves en una reunión virtual de la Confederación Argentina de Atletismo con los propios deportistas, donde les notificó de la reducción presupuestaria a cinco días de viajar a Ecuador, lo cual había obligado a la Confederación a armar un nuevo equipo con 17 atletas -a priori los que tenían chances más concretas de clasificar a Tokio 2020- y 2 entrenadores.
Lo cierto es que a medida que fueron pasando las horas, también fue creciendo la disputa dirigencial entre el ENARD, a cargo de Gerardo Werthein; la CADA, presidida por Daniel Sotto pero con el santafesino Juan Scarpín como uno de sus principales referentes; y la Secretaría de Deportes que lidera Inés Arrondo. Hasta el momento se expidió el ENARD sobre el tema, aguardándose noticias de los demás entes.
EL CAMBIO DE SEDE, ORIGEN DEL PROBLEMA
El campeonato Sudamericano, que suma puntos para la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio, iba a realizarse en Buenos Aires, con un costo de 17 millones de pesos que afrontaría la Secretaría de Deportes. A principios de abril, esa dependencia del Gobierno advirtió que no iba a estar en condiciones de afrontar esa inversión y ordenó que sea el ENARD el que asumiera el costo. Pero poco después, las autoridades nacionales dispusieron suspender todas las competencias por la segunda ola de COVID y renunciaron a ser la sede de la competencia. Allí fue que apareció la ciudad de Guayaquil y se inició un tironeo por la aplicación del presupuesto original asignado.
El ENARD -presidido por Gerardo Werthein- hace hincapié en que la delegación tan numerosa no va de la mano con la que asistió a los anteriores Sudamericanos y el reducido grupo de atletas con chances de lograr el pasaje a los Juegos Olímpicos. Pero ignora o no tiene en cuenta que para muchos, sobre todo los más jóvenes como Abril Okon, empezar a medirse con otro roce y seguir sumando puntos IAAF puede ser muy importante, de cara a lo deportivo y lo económico, con la alternativa de que un buen resultado -por más que no sea una medalla- sea sinónimo de obtener una beca provincial o nacional.
A la distancia, lo que puede interpretarse es que la CADA eligió un equipo numeroso en base a un presupuesto por un torneo en el país; que luego al cambiarse todo sobre la marcha con la sede y el contexto, nadie quiso quedar expuesto ante los recortes, y lo peor fue el método de comunicación a nivel oficial. Por esto, en buena hora que los atletas se hayan unido y que a través de Santi Maratea se haya demostrado que, en más de una ocasión, los dirigentes hacen más complicadas las cosas de lo que son.
