Buscando una oportunidad
Giuliana Ponzetti fue una de las goleadoras el año pasado del torneo local. Sueña con jugar profesionalmente.
«Siempre me gustó el fútbol porque jugaba mi papá (Alberto), mi mamá (Sandra) y mis hermanos (Nicolás y Milton), y entonces era una familia completa futbolera». La que habla es Giuliana Ponzetti, una de las figuras que tuvo el primer torneo de fútbol femenino de la Liga Rafaelina el año pasado, en el regreso después de más de 20 años a la actividad en el ámbito liguista.
Giuli se acostumbró a jugar con los varones desde muy chica, hasta que por su edad no pudo hacerlo más de acuerdo al reglamento. Entonces siguió jugando en los torneos libres con sus amigas, pero siendo conocida en el ambiente del fútbol femenino como una interesante promesa, que le valió la posibilidad de entrenar en importantes clubes de Buenos Aires. Finalmente, la posibilidad de jugar a nivel federado hizo que con Atlético sea una de las goleadoras de la temporada.
Con 20 años, nos contó que «terminé la escuela secundaria en el 2018, no estoy estudiando nada pero tengo muchas ganas de estudiar, me gustaría hacer una carrera de profesora de Educación Física para seguir trabajando de lo que a mi me gusta del fútbol».
De los primeros tiempos con la pelota recordó que «empecé cuando tenía 5 años jugando en Sportivo Norte en infantiles hasta llegar a inferiores y de ahí no pude más jugar porque no era permitido que juegue en inferiores, ya que tenía que tener una ficha y no se podía porque era mujer. Y después se fue dando en torneos de mujeres en barrios, en clubes, pueblos donde jugaba mi mamá y yo de a poquito empecé a jugar con ella».
Consultada sobre porqué eligió la posibilidad de jugar en Atlético el año pasado, respondió que «fui a jugar Atlético porque mi mamá es hincha de Atlético y quería que yo juegue ahí, por eso lo decidí y me fue bien porque pude ganar todo».
Sobre cómo disfrutó esta experiencia de jugar el primer torneo de Liga en tantos años, además siendo campeona y máxima anotadora, mencionó que «me gustó ganar todo pero no me gustó jugar de suplente, porque me sentí mal. Pero tuve la oportunidad de entrar y con un gol mío ganamos el clásico en cancha del 9, y después seguí jugando y ganamos 2 campeonatos. Tuve la oportunidad de hacer un montón de goles para ganar todo y ser goleadora».
En cuanto a los objetivos que se había propuesto este año en el deporte, manifestó que «el objetivo era seguir preparándome para poder tener una oportunidad de ver si realmente puedo jugar profesionalmente y dedicarme a lo que más me gusta. En estos meses el entrenador se mantuvo en comunicación y pasaba todos los días rutinas distintas para que podamos hacerlas en casa, sumado al gimnasio, más parte física individual para no tener contacto con la gente».
Le preguntamos sobre su sueño en cuanto al fútbol femenino: «para mí es tener una oportunidad y aprovecharla para dedicarme a lo que me gusta que es el fútbol», mientras que sobre un ídolo personal respondió que «es Neymar por su manera de jugar».
Por último, nos contó sobre esas experiencias que vivió hace un par de años entrenando en clubes de Buenos Aires. «Cuando viajé a entrenar tanto en River como en la UAI Urquiza realmente fue una muy buena experiencia, ellos practican de manera profesional y es lo que a mí me gusta, pero como era chica y tenía que terminar los estudios, preferí esperar para después encaminarme de lo que a mi me gusta en el fútbol. Por eso espero que pase esta pandemia para que realmente se vuelva todo a la normalidad y pueda ganar todo como ese año que jugué en Atlético y poder dar el paso profesionalmente».
NOTA: Este texto fue publicado orginalmente en la edición impresa, número 89 correspondiente a octubre 2020, de Revista Todo a Pulmón.
