Los amigos de Rafaela estuvieron junto a Leo Gutiérrez

En una noche en la que no faltaron los momentos emotivos, las anécdotas y los mensajes de cariño y respeto, Leonardo Gutiérrez se retiró formalmente de la actividad en el Polideportivo Islas Malvinas de Mar del Plata. El básquet terminó quedando en segundo plano, en una jornada dedicada a celebrar la carrera del jugador más ganador de la historia de la Liga.

Para quien ha dejado una huella en muchos equipos, no sorprendió la invitación a tantos jugadores. Y entre ellos estuvieron sus ex compañeros de Ben Hur, Walter Storani (hoy todavía en actividad en Independiente), Raymundo Legaria (volverá a Ben Hur en agosto para el torneo local) y Diego García. Y un dato no menor, también estuvo presente quien fuera utilero de BH en la LNB, Gustavo “Chino” Turatti, hoy en dicha función en Independiente. Cabe mencionar que Legaria también jugó con Gutiérrez en Boca y Peñarol, donde igualmente obtuvo el título.

En cuanto a lo que se vio en cancha, hay que marcar que hubo acción para cuatro equipos, con Leo jugando un cuarto con cada uno de ellos y mostrando su mano intacta con el tiro de tres puntos. Grandes figuras del pasado y la actualidad dijeron presente, como el caso de Marcelo Milanesio, Diego Osella, Héctor Campana, Luis Scola, Andrés Nocioni (fue el encargado de presentarlo en la previa), Facundo Campazzo, Patricio Garino, Pepe Sánchez y Nicolás Laprovittola, entre otros.

Además del partido, hubo otros momentos significativos como un duelo mano a mano entre padre e hijo y la actuación de la pequeña Mora Gutiérrez, tocando el tema Despacito con un violín y haciendo quebrar hasta las lágrimas al 10 veces campeón de la Liga.

Fueron dos horas inolvidables, en las que el legado de Leo quedó a las claras: no solo en lo que significó como jugador, sino también como líder y guía de muchos jóvenes que crecieron a su lado.

Ahora, llega el momento de comenzar una nueva etapa como entrenador, tratando de repetir parte de la gloria que pudo conseguir dentro del rectángulo de juego. Lo que es seguro que lo no le faltará es pasión. Esa misma que nos enseñó durante dos décadas y que hizo que se despida este sábado para pasar inmediatamente al nivel de leyenda. Inigualable.