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El mensaje de «Coco» Oderigo en Rafaela

Este viernes por la tarde se realizó una conferencia de prensa en el Hotel Parra con la presencia de Eduardo «Coco» Oderigo, que arribó a nuestra ciudad para brindar por la noche una charla en el marco de los eventos organizados por el Círculo Rafaelino de Rugby dentro de los festejos por el 50 aniversario del Seven que se realizará el 29 de noviembre.

El co-fundador del programa Los Espartanos, que brega por la reinserción de los detenidos en las cárceles, dialogó con los medios sobre algunos aspectos de esta iniciativa surgida a fines de 2008 y que ha traspasado las fronteras, llegando inclusive hasta Africa.

Luego de la presentación del presidente de la entidad, Leonardo Crosetti y de uno de los integrantes de la Comisión Especial de festejos, Maximiliano Bertholt, Oderigo expresó que «es un placer ser parte de este gran evento, ojalá pueda transmitir algo que estamos haciendo hace muchos años dentro de las cárceles y que pueda movilizar a más de uno a hacer algo mas de lo que hace hoy en día».

Coco, como le gusta que lo llamen, es abogado y contó que en los primeros tiempos la población carcelaria naturalmente lo veía con desconfianza al llegar a las unidades carcelarias. Es más, muchos lo atendían inicialmente pensando en que podía solucionarles sus causas.

Con mucha perseverancia, logró «entrarles» con el rugby, aunque para esperar resultados se tardó mucho más. «Por ahí bajaban los índices de violencia interna, eso es lo primero que se vio. Luego para ver personas que salían en libertad y no reincidian, costó bastante. Personas que estaban adentro con adicciones, con cero valor y afuera tenían amigos de antes que los esperaban, no era nada fácil. No era solo ir a la cárcel, sino saber lo que hacían después, por eso los resultados en principio no eran muy buenos. Pero no nos movilizaba el resultado final, sino hacer algo por alguien», explicó quien empezó con su proyecto en San Martín, Buenos Aires, para luego extenderlo a siete provincias argentinas y siete países, incluyendo Kenia.

Oderigo destacó que «en la cárcel se entrena igual que en un club», y de hecho Los Espartanos tienen un equipo en la última categoría de la URBA, aunque a la espera de su afianzamiento todavía no tienen una cancha propia. En el mismo juegan quienes ya cumplieron sus condenas o tienen libertad condicional.

Consultado por alguna anécdota que lo haya marcado en todos estos años, nos contó una sobre un preso llamado Carlitos. «En una práctica cuando atacaba pisó la raya y se lo marqué. El me lo negaba, hasta que me reconoció que había mentido en eso. Y con el paso de los días ya no fue mintiendo en distintas cosas de la vida diaria, gracias a ese punto de partida con la jugada en el rugby», mientras que por el lado no tan grato recordó que «un día ellos me invitaron a jugar un partido de fútbol. La cosa terminó mal, se pelearon todos feo», marcando los claros contrastes.

Es más mencionó que un día un recluso le reconoció que «después de tacklear durante una hora y media en el entrenamiento, se había sacado de encima ‘dos años de odio'».