El sueño del primer maratón…en Nueva York

En el mundo del deporte de elite hay acontecimientos que forman parte de una lista selecta, reservada para pocos tomando en cuenta la gran cantidad que aspiran a estar en ese lugar. El Maratón de Nueva York es sin dudas uno de ellos y el domingo 6 de noviembre una rafaelina estará disfrutando de esta gran fiesta en su 46ª edición.
Paula Colombero se dará el gusto, además, de debutar en la distancia de 42,195 km en el mítico trazado. Miles de protagonistas partirán de Staten Island y atravesarán el Puente Verrazano Narrows. A partir de ahí les esperarán los barrios de Brooklyn y Queens para posteriormente cruzar el río Este a través del puente Queensboro para llegar a Manhattan. Una vez allí, la Primera Avenida hacia el norte les conducirá al Bronx y, por último, tornarán hacia el sur por la Quinta Avenida hasta llegar a meta en Central Park.
Entre los 50.000 protagonistas, el tope fijado por la organización por cuestiones logísticas, Paula buscará cumplir el desafío de terminar, como tantos runners que asumen el deseo de superación personal en cada maratón.
«Elegí Nueva York porque desde que empecé a correr ese fue mi sueño. Y como no sé como me va a ir, o si correré otro después, decidí correrlo acá», nos contó la integrante del grupo Wayra, cuyo profesor es Ariel Torres.
Reconoció que «el tiempo que consiga pasará a un segundo plano, lo que quiero es llegar y más en mi primer maratón. Eso sí, mi deseo es disfrutar cada kilómetro de la carrera desde la largada…dicen que es tan emocionante».
Disponer de un dorsal para llegar a cumplir este sueño no es un proceso nada fácil, ya que cada año son más de 250.000 las solicitudes que los organizadores reciben desde todas las partes del mundo. De hecho, encontrar por sorteo un lugar es casi imposible. En este caso la rafaelina aseguró su lugar comprando un paquete a la empresa autorizada por los New York Road Runners, organizadores del evento, lo cual automáticamente aseguró su inscripción.

ALGUNOS DATOS DE LA PRUEBA

En menos de 40 años, el Maratón de Nueva York ha crecido de una carrera de Central Park con un centenar de protagonistas a ser el maratón más grande y más popular del mundo, con cerca de 50.000 personas en 2015.
El Maratón de Nueva York , es uno de los “Marathons Majors”, una competición que agrupa los seis maratones más importantes del mundo (Londres, Chicago, Boston, Berlín, Tokio además de Nueva York).

Su fundador fue Fred Lebow. En la primera edición invirtió 99.000 dólares en publicidad, avituallamientos, señalización y trofeos (15 relojes baratos). Se presentaron 127 atletas en la salida a las 11:00 horas y, previo pago de un dólar, intentaron completar las cuatro vueltas que formaban la prueba: se retiraron 72, entre ellos la única mujer, Nina Kuscsik, y venció Gary Muhrke (2:31:39), un bombero que había trabajado la noche anterior.

Tras ganar la primera subida al Empire State en 1978, le concedieron una baja por invalidez y, pese a ello, siguió cada noviembre corriendo el maratón, hasta su muerte en 1994.